Los valientes

En esta ciudad
de bares abarrotados
verborrea y alcohol caro
que no emborracha
construyo vidas lejanas
que podrían suceder
y qué quizá
si nos esforzamos
nunca ocurran.
Toda la furia
que no deja de llamar
se escurre
entre hojas de cálculo
y cafés de máquina.
La tormenta
como un animal asustado
se estrella contra los cristales
Intentamos
no perdernos
borrando las huellas
del progreso
con orgasmos
piel
y sangre.

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